Eres tú

Siéntate, ponte tus gafas y disfruta porque esto es para ti. He tardado en escribir porque quería que me repitieras en nuestras infinitas conexiones "¿has escrito ya?, no lo dejes, tienes que seguir escribiendo". Tu apoyo es incondicional y mi admiración hacia ti aumenta cada día más. 

Muchos de los que te ven diariamente no tienen ni idea de lo que escondes y me alegro porque lo que más me gusta es el desconcierto que creas cuando apareces con esa transparencia opaca. 

Eres una agenda con dedicatorias en la primera hoja para dar energía a las tres baterías de tu vida, una terraza de flores resistentes a grandes oleajes, una hamaca en la orilla de la playa para atrapar todos los rayos del sol. No quiero que nadie te conozca mejor, solo quiero que comprendan porque te admiro.

No es fácil mantener una templanza ante situaciones en las que solo apetece desaparecer y tú lo consigues, ser valiente cuando la calle esta oscura, levantarte sabiendo que tus manos son las únicas que nos aguantan.

Si hay algo que aprendo de ti es que todo va por etapas, tengo que ir cerrando sin adelantarme. Es mejor no acelerarse porque no podemos volver atrás.

Asumes dos roles desde que cada uno de nosotros nacimos y no puedo sentirme más feliz de que sea así. Conocernos, querernos, respetarnos. Nos quieres con ese amor que solo podéis sentir vosotras. Me enseñas que lo más importante en esta vida es ser válido y que con esfuerzo todo se puede. Otro ejemplo más de lo que eres. Has conseguido lo que muchas familias aparentemente perfectas no tienen, nuestra unión. Pase lo que pase estamos, están y estoy.

Eres la madre tecnológica, la madre espía, la madre coraje, la madre sensible, la madre que quiere de verdad, la madre atenta, la madre detallista, la madre costurera y podría seguir infinitamente incluso creando más adjetivos para que puedan empezar a conocerte.

Eres tú, mi madre, mi admiración absoluta.

Te quiere, tu chiquitina.